Candidiasis

En un ecosistema intestinal equilibrado la Candida vive en perfecta armonía con el resto de microorganismos que lo forman. Es dimórfica por lo que bajo determinadas circunstancias de disbiosis, cambia de forma y puede formar clamidosporas (tipo de espora axesual) y psudohifas comportándose a partir de ese momento como un patógeno. 

Se “agarra” a la pared intestinal destruyendo las uniones intercelulares (tight junctions) y los enterocitos, llegando a los ganglios mesentéricos y desde ahí, a través de los vasos sanguíneos, puede producir una candidiasis en cualquier mucosa del organismo.

Los cuadros de candidiasis que se cronifican, además de las alteraciones locales de la mucosa colonizada se asocian otros síntomas sistémicos como: 

Trastornos nerviosos. Candida, en el proceso de digestión de los azúcares, produce alcohol, que va a ser metabolizado en el hígado, generando acetaldehído. Esta molécula, a nivel cerebral, se fija sobre la Dopamina, alterando su función y provocando síntomas como tendencia a la depresión, ansiedad, irritabilidad, compulsión por el dulce o intolerancia al estrés. 

Trastornos metabólicos. Candida produce numerosas toxinas. Conocemos 79 sustancias químicas diferentes segregadas por las diferentes especies de Candida. Candida albicans puede secretar aproximadamente 35 diferentes. El resultado es una “autointoxicación” progresiva de carácter crónico, que tiene como consecuencia diversos bloqueos metabólicos. 

Trastornos hormonales. La Candida posee, en su membrana externa, receptores de progesterona y testosterona, hormonas por las cuales tiene especial atracción. En la mujer con candidiasis crónica, la progesterona puede ser captada por la Candida apareciendo un síndrome hiperestrogénico relativo, favoreciendo la aparición de alteraciones físicas y psíquicas, sobre todo en periodos premenstruales.

Trastornos hepáticos. La vena porta recoge el contenido de la absorción intestinal y lleva al hígado, que es la gran depuradora de nuestro organismo. Es fácil deducir el tremendo impacto que tiene sobre éste el aumento de la permeabilidad intestinal, en el que se produce un aumento de la absorción de sustancias mal degradadas y potencialmente tóxicas, provocando un estado congestivo de sobrecarga funcional hepática. Como consecuencia, parte de su metabolismo puede verse afectado. 

Paciente con candidiasis crónica pueden presentar gamma GT elevadas y alguna otra perturbación enzimática, similar a cuadros analíticos de pacientes alcoholicos.

Trastornos inmunitarios. La forma miceliana de Candida destruye la mucosa intestinal y las células específicas de la inmunidad (células M), por lo que altera directamente el funcionamiento del sistema inmunitario del intestino (GALT). En todos los pacientes que tengan infecciones de repetición, la búsqueda de una candidiasis crónica puede ser interesante.

Trastornos autoinmunes. La mucosa intestinal permeable, es atravesada por macromoléculas que el organismo reconoce como extrañas, estimulando la defensa del sistema inmunitario, sintetizando anticuerpos. Cuando esas moléculas “extrañas” se parecen inmunológicamente a proteínas propias del organismo, los anticuerpos sintetizados pueden atacar a nuestros órganos y tejidos. Las candidiasis crónica puede tener relación con ciertas patologías autoinmunes en el contexto de la alteración de la mucosa intestinal.

¿Cómo puedo ayudarte?

El abordaje de recuperación de la salud intestinal se plantea como imprescindible en todos los procesos de candidiasis crónica o recidivante que presente un paciente, en cualquier localización del cuerpo.

Debemos confirmar y revertir el reservorio intestinal de Candida, la disbiosis que permite que se establezca y las consecuencias clínicas que tiene.

Te explico mi forma de trabajar

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Antes de nuestra primera consulta me enviarás todos los análisis y pruebas médicas recientes, que consideres oportunas, relacionadas con tu problema.
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Tendremos una primera consulta que durará unos 60 minutos tras la cual y si lo considero necesario puedo solicitar un estudio de microbiota más específico para centrar el diagnóstico.

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Suelo organizar el tratamiento en fases, al menos dos o tres adaptándome a cada paciente.

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Una vez iniciemos el tratamiento, al terminar nuestra cita online, recibirás la suplementación y/o fármacos que tienes que tomar y las recomendaciones nutricionales propuestas para la fase que iniciamos.

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Si surgen dudas del tratamiento podrás enviarme un correo electrónico antes de la siguiente cita.

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Una vez te dé el alta definitiva recibirás las pautas de mantenimiento a seguir, para consolidar la mejoría obtenida y si hubiera algún problema podemos vernos de nuevo.