La disbiosis hace referencia al desorden o desequilibrio cuantitativo o cualitativo/funcional de nuestra microbiota intestinal normal.
El mantenimiento de su equilibrio requiere estabilidad de los diferentes microorganismos entre sí y de ellos con el medio intestinal en el que viven.
La causa u origen de la disbiosis es siempre acumulativa y multifactorial, siendo de especial importancia la dieta, determinados fármacos, el estrés, el sedentarismo, etc.
Todo ello produce una pérdida de los grupos funcionales de microbiota de estabilización (bacterias protectoras, inmunomoduladoras, muconutritivas, fermentadoras de fibra o sacarolíticas y neuroactivas), disminuyendo con ello la diversidad microbiana, alterando el índice de resiliencia del ecosistema. lo que en muchas ocasiones favorece el sobrecrecimiento y expansión de grupos microbianos, bacterianos o fúngicos, que en estas circunstancias se comportan como patógenos facultativos.
Además de esta circunstancia específica de desorden, muchos autores consideran que también es una disbiosis simplemente la disminución de la carga total de microorganismos que forman el ecosistema intestinal.
La disbiosis permite, contribuye y favorece la aparición de muchos síntomas, estando implicada en diferentes patologías y trastornos funcionales tanto intestinales (diarrea, estreñimiento, gases, distensión abdominal, etc.), como inmunitarios (infecciones de repetición, alergias, etc), metabólicos (resistencia a la insulina, obesidad, hígado graso no alcohólico, etc.), dermatológicos (eccemas inespecíficos, sequedad, picores, etc.), migrañas, etc.
Durante la consulta inicial te haré muchas preguntas para descubrir cuál es el origen de la disbiosis y poder realizar un abordaje integrativo que nos permita entender la causa de la disbiosis.
